Los SUPLEMENTOS deportivos, ¿realmente nos ayudan?

02.03.2017

El consumo de suplementos comerciales, ¿son beneficiosos?.
En primer lugar cabe preguntarse: ¿me estoy tomando lo que pone en la etiqueta que lleva el producto?, ¿Se someten estos productos a un estricto control por las instituciones sanitarias?. La respuesta es no, al ser sumplementos no están considerados alimentos como tal y no pasan las medidas sanitarias ya de por sí deficientes de los alimentos.

  En una investigación llevada a cabo por la organización independiente y sin ánimo de lucro «Consumer Reports» (2010), dedicada a ofrecer información contrastada a los consumidores analizó 15 bebidas de proteínas. <<Todas las bebidas en el test llevado a cabo tenían, al menos, una muestra que contenía uno o más de estos contaminantes: arsénico, cadmio, plomo y mercurio.>>.

¿Son preferibles los suplementos comerciales a los alimentos naturales?.

Y la respuesta vuelve a ser no, los nutrientes una vez en sangre no se diferencian entre los químicos y los orgánicos, sin embargo, los productos químicos pueden perjudicar la microbiota y generar permeabilidad intestinal ya que las bacterias encargadas de sintetizar o metabolizar los micronutrientes, proteínas, etc, no los reconoce como alimentos.



Aquí debajo se puede leer los ingredientes que componen este suplemento de una marca muy conocida por el público: su principal componente es la proteina de soja (normalmente transgénica) y rica en herbicidas e insecticidas como el Roundup: que atacan a nuestra microbiota y está relacionada con productos cancerígenos grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). (Documental sobre los alimentos transgénicos). Además, las proteínas de origen vegetal son de baja biodisponibilidad (1) (dificultad para metabolizarlas por el organismo), fructosa (se tranforma en grasa hepática o visceral sin gasto calórico salvo en el caso de practicar ejercicio), aceite de colza (rico en omega 6), colorantes, antioxidantes, conservantes, ... que generan permeabilidad intestinal. Vamos, una auténtica joya!.

El consumo de suplementos comerciales, ¿son beneficiosos?.
En primer lugar cabe preguntarse: ¿me estoy tomando lo que pone en la etiqueta que lleva el producto?, ¿Se someten estos productos a un estricto control por las instituciones sanitarias?. La respuesta es no, al ser sumplementos no están considerados alimentos como tal y no pasan las medidas sanitarias ya de por sí deficientes de los alimentos.

  En una investigación llevada a cabo por la organización independiente y sin ánimo de lucro «Consumer Reports» (2010), dedicada a ofrecer información contrastada a los consumidores analizó 15 bebidas de proteínas. <<Todas las bebidas en el test llevado a cabo tenían, al menos, una muestra que contenía uno o más de estos contaminantes: arsénico, cadmio, plomo y mercurio.>>.

¿Son preferibles los suplementos comerciales a los alimentos naturales?.

Y la respuesta vuelve a ser no, los nutrientes una vez en sangre no se diferencian entre los químicos y los orgánicos, sin embargo, los productos químicos pueden perjudicar la microbiota y generar permeabilidad intestinal ya que las bacterias encargadas de sintetizar o metabolizar los micronutrientes, proteínas, etc, no los reconoce como alimentos.


¿Es necesario consumo adicional de proteínas, aminoácidos ramificados, esenciales?.


En función del deporte practicado y objetivos buscados se recomienda una ingesta de 1,8 a 2 grs por kg/dia. El consumo de huevos, carnes o pescados (proteínas de alto valor biológico) debería de ser más que suficiente. Además, son más nutritivos (nos aportan más micronutrientes), se disfrutan más y son mucho más baratos.

Solemos caer en el error de básicamente obtenerlos a partir de músculos de animales, cuando lo interesante sería diversificar las fuentes: vísceras, hígados, riñones, ... para que no nos falte de nada. Eso sí, el origen importa: que no sean animales estabulados.


LEER LOS INGREDIENTES.

Aquí debajo se puede leer los ingredientes que componen este suplemento de una marca muy conocida por el público: su principal componente es la proteina de soja (normalmente transgénica) y rica en herbicidas e insecticidas como el Roundup: que atacan a nuestra microbiota y está relacionada con productos cancerígenos grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). (Documental sobre los alimentos transgénicos). Además, las proteínas de origen vegetal son de baja biodisponibilidad (1) (dificultad para metabolizarlas por el organismo), fructosa (se tranforma en grasa hepática o visceral sin gasto calórico salvo en el caso de practicar ejercicio), aceite de colza (rico en omega 6), colorantes, antioxidantes, conservantes, ... que generan permeabilidad intestinal. Vamos, una auténtica joya!.

(1). En la siguiente imagen, podemos observar la biodisponibilad de las proteinas:  término que alude a la fracción de la dosis administrada de proteínas que llega hasta el tejido sobre el que realiza su actividad. Hay que tener presente que el organismo no absorbe la totalidad de la proteína que ingerimos.

NO TODOS LOS SUPLEMENTOS SON IGUALES. 
Como en casi todo, siempre hay excepciones y circunstancias que podrían hacer replantearse la ingesta de una posible suplementación. De hecho los hay orgánicos y libre de conservantes, colorantes, azúcares, .... Para ello se requiere de una entrevista exahustiva,  un protocolo de analítica concreto y conocimientos para su interpretación. Sin embargo, muchos entrenadores (supuestos nutricionistas o titulados como tales) suelen recurrir a los mismos de manera indiscriminada, sin criterio (analítica previa y/o sin conocimientos para su interpretación) y sin una base científica sólida que apoye su utilización por encima de recurrir a una modificación estratégica de la alimentación.

Algunos lo tienen más claro... :

Un ejemplo muy sencillo, sería la recomiendación de ingesta de Omega 3 procedente de pescado azul (el vegetal prácticamente no se metaboliza) para personas que no se nutren de tal alimento (veganos, niños, ... ). Bajo mi perspectiva, lo relevante sería introducir estratégicamente alimentos reales que contengan los nutrientes de los que se carecen por un lado y, por otro, favorecer una alimentación que respete a quienes se encargan de seleccionar qué debe de entrar en la sangre además de sintetizar de otros productos aquello que el organismo requiere: la microbiota.

CASOS PRÁCTICOS: Suplementación durante el ejercicio.

Entrenamientos o pruebas de larga duración (+ de 1h-1h 30 min aunque depende de la actividad, intensidad, carga de hidratos previa...):

  • Dar prioridad a alimentos de verdad con alta densidad nutricional y (ahora sí) ricos en fructosa: como plátanos y frutas deshidratadas (orejones, higos pasas, dátiles, arándanos, ...). Mastica contundentemente y a pequeños bocados.
  • Recurrir a bebidas energéticas caseras: lo mínimo para evitar hiponatremia (descenso de sodio en sangre por debajo de lo normal y confundida la mayoría de veces por deshidratación) es echar un poco de sal marina (un pellizco) por cada 500 ml de agua. Puedes añadir el jugo de 1 limón, y azúcar de panela (unas 2 cucharadas por bidón).
  • Bebe a pequeños tragos para permitir un vaciado gástrico más sencillo y no generar problemas gástricos. 
  • En actividades de muy larga duración y/o en vueltas por etapas es recurrente no olvidar la ingesta añadida de proteínas de alta biodisponibilidad: como por ejemplo el huevo (eco) cocido.
© 2017 Jaime Carrillo Lopez. Guerrero Training. 668830320 SOLO WHATSAPP O TELEGRAM
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